domingo, 7 de junio de 2009

Las reglas de juego


Antes de empezar a jugar, resulta necesario aclarar unos puntos que a lo largo del juego verán desarrollarse. El que avisa no traiciona. En este sentido, siento que es esencial contar como veo las cosas, para que, cuando las narre, no me acusen de defectos de observación.

Creo (porque todo se reduce a cuestiones de creencia) que la historia, como toda ciencia social, sirve para entre otras cosas, difundir ideología. Hay numerosos ejemplos de como la historia "llamada historia oficial" sirvió para destacar ejemplos y condenar otros a la ignominia.

Creo que, como estamos en el culo del mundo, somos parte de la periferia, numerosas decisiones se han tomado en la "metropolis" y se han visto reflejado por estos pagos. Creo también que la repercusión de estas decisiones no han sido destinos inalterables, sino decisiones de personas que quisieron "alinear" a esta zona al modelo triunfante, atando al carro triunfal de los vencedores de
la tierra, esta parte del continente. No condeno a nadie por eso, pero nadie dice que lo hizo. Todos lo hicieron por el bien de la "patria".

También hubo gente que peleo contra eso y lo único que logró a veces, ser condenada por pensar "a destiempo".

Creo que somos artífices y culpables de este país como país, y uno de las más grandes culpas, es decir una cosa y actuar diametralmente opuesto a lo que decimos o escribimos. El ejemplo más grande es que, según nuestra Constitución, decimos que somos un país federal y nos comportamos como si fuera un país unitario, y nos gusta hacerlo.

Esta siempre en nosotros cambiar el destino de las cosas, si queremos hacerlo. La historia ha dado, también innumerables ejemplos de eso.

Lo que sí estoy seguro es que vivimos en la era de la boludez y que si no leemos, aprendemos y nos instruimos, vamos a seguir corriendo detrás de la pelota como los perros.

Este es mi manifiesto! He dicho! Vamos a jugar. A hablar de historia argentina!

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